Carlos Rodríguez
TERAPIA VISUAL Y LENTES DE CONTACTO EN OJO VAGO.
Cuando mi hijo Carlos tenía 6 y con motivo de una revisión rutinaria por el pediatra, le diagnosticaron que con su ojo izquierdo no veía bien. Comenzamos a llevarle a diferentes centros oftalmológicos en los que nos dijeron que tenía 8 dioptrías de miopía y ojo vago y que había que ponerle parche en el ojo que funcionaba bien para recuperar visión en el otro. Aún así no nos aseguraban que ya con la edad que el niño tenía pudiera recuperar la visión completa.
El llevar parche para el niño era un sufrimiento muy grande porque apenas veía con un ojo y le habían tapado el otro, estaba prácticamente ciego.
Nosotros como padres decidimos que eso no podía ser y buscando por internet encontramos el centro de Optometría San Francisco, que estaba a 50 km de casa y donde nos daban otra visión complementaria de cómo corregir este problema.
Por Julio del 2014 le hicieron el estudio y el diagnóstico fue más de 8 dioptrías de miopía y 10% de visión. Es decir, no veía nada, ni recibía ningún estímulo que le llegara por esa parte izquierda. Tampoco tenía visión en 3 dimensiones.
Nos dijeron que la mejor manera de compensar la graduación era con lentillas. El ojo derecho se le penalizaría pero no se quedaría sin visión.
En principio lo pensamos un poco, un niño tan pequeño, que no puede ponerse las lentillas solo, que va a estar jugando a cualquier cosa y a lo mejor hasta las pierde, pero finalmente decidimos probar.
Empezamos a usar las lentillas y a llevar a niño a terapia una vez a la semana. Cada 12 sesiones le revisaban. Empezó a avanzar muy rápido y enseguida llego a un 30% de visión. Llegar hasta el 60% nos costó algo más, porque no solo había que recuperar agudeza visual sino que también había que asegurarse de que los dos ojos veían a la vez y que conseguían moverse por igual.
Al llegar al 60% el niño sufrió un parón, estuvimos 6 meses haciendo ejercicios y terapia pero sin avanzar nada, yo personalmente pensé que ya no íbamos a conseguir más de ese ojo, y acordamos seguir 3 meses más y si no se avanzaba abandonar. Afortunadamente el ojo comenzó de nuevo a reaccionar y conseguimos llegar al 100 % de visión, visión en tres dimensiones, movimientos oculares y enfoque normales. El ojo veía perfectamente.
Hoy mi hijo con 10 años ve perfectamente con su ojo izquierdo, usa la lentilla sin ningún tipo de problema, juega al futbol, al padel , las lleva para el colegio y no quiere ni oír hablar de ponerse gafas.
Quiero por último agradecer a este equipo de profesionales del Centro de Optometría San Francisco su gran labor y su profesionalidad, pues sin ellos y sus innovadores métodos esto no hubiera sido posible.
Alba Camuñas
Terapia visual ambliopia
Adrian Ruiz
TERAPIA VISUAL EN DIFICULTADES DEL RENDIMIENTO ESCOLAR
Desde pequeño Adrián había sido un niño que se caía mucho, era muy despistado, se vestía al revés (lo de atrás adelante) y pensábamos que él era así. Pero llegó Primaria y seguía igual y recibía incidencias porque siempre se olvidaba las tareas. La lectura le costaba muchísimo, se ponía a leer y a rascarse los ojos continuamente. No sabía decirnos que había leído y no lograba expresarse. A veces nos miraba fijamente y decía que nos veía con la cabeza pequeña.
Una mamá del cole que tenía una amiga que había ido a terapia allí, ya me había hablado del Centro muchas veces, ya que conocían su trayectoria de caídas y demás despistes. Me decía que le hacían un buen estudio de la vista y hacían terapias para corregir los problemas.
El proceso es largo, pero muy ameno. Cambian mucho de actividades y los niños lo viven como un juego. Los padres queremos ver enseguida resultados, pero va poco a poco y al final llega.
Lo que más hemos notado es en la lectura (ahora le encantan leer y entiende lo que lee) y en la organización de sus tareas. Ahora le cuesta menos expresarse y es capaz de hacer frases y pequeños resúmenes escritos.
Estamos muy satisfechos con el resultado y volveríamos a hacerlo de nuevo. Merece la pena el tiempo empleado ya que hemos ayudado a nuestro hijo a “navegar solo”. Le hemos ofrecido unas herramientas necesarias para que pueda seguir con más facilidad su vida de estudiante y no sea una carga para él.
Alejandra y Javier
Servicio terapia visual binocular
Jose Luis González
TERAPIA VISUAL EN ESTRABISMO EN ADULTOS
Mi nombre es José Luis González y tengo 45 años. De pequeño me diagnosticaron ambliopía en el ojo derecho, provocada por estrabismo y una miopía mucho más elevada en este ojo que en el izquierdo. Del estrabismo fui operado, y con la ambliopía tuve el tratamiento clásico del parche en el ojo bueno, lamentablemente sin grandes resultados. Por lo tanto, durante todos estos años, esa ha sido mi situación: un solo ojo útil, el izquierdo, y un ojo derecho que me servía más bien para nada, con la ambliopía, una miopía mucho mayor y, con cierta tendencia a desviarse.
Cuando tenía unos 30 años, decidí someterme a cirugía laser para eliminar la miopía y librarme, al menos, de la tiranía de las gafas, pero, evidentemente, el problema de la ambliopía seguía ahí, y sin esperanza ninguna, ya que repetidas veces me dijeron que en adultos no se puede hacer nada para tratarla.
Hace unos pocos años vi en televisión una emisión del programa Redes, de Eduard Punset, en el que entrevistaba a una neuróloga estadounidense, Susan Barry, sobre su experiencia con la Terapia Visual, que a ella misma le habían permitido recuperar la visión binocular.
A partir de ese momento, empecé a interesarme por el tema y descubrí que estas técnicas se basan en tratar la verdadera raíz del problema de la ambliopía.
Decidido a intentarlo, me puse a recabar información en Internet sobre centros, especialistas, etc. y surgió el nombre de Gloria Hermida.
Acudí a su centro, donde me diagnosticaron una capacidad de visión del 20% en el ojo vago, desviación (exotropía) del mismo y una capacidad de visión binocular prácticamente nula.
Comencé el tratamiento, en el que acudía una vez a la semana para una sesión de ejercicios, con revisiones regulares, y realizando el resto de la semana ejercicios en casa. Aquí he de recalcar la crucial importancia de la disciplina y la constancia en la realización de estos ejercicios. Con ellos se combaten todos los frentes que presenta la ambliopía (supresión del ojo vago, agudeza visual y discriminación, coordinación en el movimiento de ambos ojos, visión binocular). También hice unas sesiones de terapia con el aparato denominado Syntonic, que contribuyeron a acelerar el proceso.
Durante todo el tratamiento fui notando las mejoras en la visión particular del ojo vago y en la percepción estereoscópica de cosas que antes no era capaz de ver.
En poco más de un año, recibí el alta del tratamiento, habiendo alcanzado una visión del 80% en el ojo vago, con la desviación corregida y con un aumento muy notable de la visión binocular pudiendo ver los estereogramas que durante todo el tratamiento me había sido imposible percibir.
Para mí ha sido extremadamente importante conseguir estas mejoras, ya que es un problema que me ha estado acompañando toda la vida, y pienso seguir trabajando sobre ello para llegar lo más lejos posible.
No quiero terminar este testimonio sin darle las gracias a Gloria y a todo su equipo por el trato recibido durante todo el tratamiento.
V.G.P.
Terapia Visual en adultos
Tengo 38 años, soy piloto de aviación y gracias a la terapia visual he podido dedicarme a una profesión que me apasiona.
Desde pequeñito, con 4 o 5 años aproximadamente me detectaron que tenía hipermetropía y astigmatismo en ambos ojos y estrabismo y “ojo vago” en el ojo izquierdo. En esa época mis padres no habían oído hablar de nada parecido a la terapia o entrenamiento visual así que siguieron los consejos de los oftalmólogos y durante un tiempo tuve el ojo director tapado para que el otro ojo se acostumbrara a trabajar y se entrenara, además de la correspondiente corrección con gafas para la hipermetropía y el astigmatismo.
Así crecí sin mayores problemas, salvo la incomodidad de llevar gafas, pero nada que no me impidiera llevar una vida normal.
Desde pequeño siempre quise dedicarme a la profesión de volar, así que cuando tuve la oportunidad, a los 28 años aproximadamente, pasé mi primer examen médico aeronáutico. Hasta entonces no había sido consciente de que mis defectos visuales pudieran ser un problema. Y fue precisamente en el examen médico donde me dijeron que debido a mi problema de estrabismo no tenía una visión binocular adecuada para ser piloto y me declararon “no apto”. En ese momento me llevé una gran decepción, pero decidí que no iba a tirar la toalla tan pronto por lo que para mí era mi vocación profesional. Así que decidí acudir a otros oftalmólogos, para pedir una segunda opinión. Uno de los oftalmólogos que visité, también examinador aeronáutico, trabajaba en dentro de un gabinete médico de un centro oftalmológico en el cual había también una terapeuta visual. Me comentó la posibilidad de corregir mi problema. Y así tuve mi primera consulta con Gloria Hermida Salamanca, sin duda una de las mejores profesionales que he conocido y un trato personal excelente.
Desde el principio, Gloria me explico que aunque lo ideal habría sido realizar la terapia/entrenamiento visual cuando era pequeño, aún a mi edad (28 años) estaba a tiempo de corregir los defectos visuales, siempre que hiciera el esfuerzo para dedicarle tiempo y disciplina a los ejercicios visuales que e iba mandando. Así lo hice y aproximadamente un año después de realización diaria de ejercicios visuales (entre 20 min y una hora al día), volví a pasar el examen médico aeronáutico, esta vez con éxito.
No solo conseguí pasar un examen médico para poder acceder a la profesión que quería, sino que además mi agudeza visual mejoró notablemente, y consecuentemente mi calidad de vida.
En conclusión, solo puedo decir cosas buenas sobre mi experiencia con la terapia/entrenamiento visual y no puedo dejar de recomendarlo, no solo a aquellas personas que tenga algún problema similar al mío, sino también para todos aquellos que quieran mejorar su calidad de visión, ya sea a nivel profesional o personal.
Alejandro Carrascosa
SERVICIO TERAPIA VISUAL
Alejandro siempre le ha costado mucho avanzar en el cole, estuvo en logopeda desde los 2 años hasta los 5. Durante todo 1°de primaria tuvo que tener apoyo para trabajar la lectoescritura por parte del equipo del cole y al final del curso la jefa de estudios de reunió conmigo para informarme que Alejandro le tenía que suceder “algo” por que era un niño que cuando se le explicaban las cosas y trabajaba con las nuevas tecnologías y métodos que no eran los convencionales Alejandro avanzaba, pero cuando volvían al lápiz y papel el niño retrocedía.
Alejandro fue prematuro, nació de 34 semanas y lo único que se le detectó en sus revisiones pediátricas es el retraso a la hora de andar (18 meses) y el hablar que lo hizo con casi 3 años, por eso se le derivó a logopeda.
Al principio fue duro por que se le diagnosticaron varios frentes a la vez y todos fueron enmascarados por la actitud inquieta y nerviosa del niño y lo que nos decían era que su comportamiento se debía a la mala educación que le estábamos dando los padres. Se me llegó a decir por parte de algún docente que mi hijo no había tenido los límites y estaba mal educado. Ahora entiendo quemi hijo se sentía perdido por sus deficiencias y nosotros como padres no se lo habíamos detectado.
Notamos muchos avances en pequeñas cosas como la alegría que veía en sus ojos a la hora de leer un simple cartel por la calle, poder aprender en montar en bici o en poder coger un vaso de la mesa sin derramar el del al lado por no haberlo visto. Alejandro empezó a mejorar en el aula, ya no hacía falta que se lo aprendiera de memoria cuando le leíamos los temas, el ya leía sólo. Con sus todavía limitaciones Alejandro ha dado un gran cambio y me alegro en haber encontrado a unos profesionales que nos explicaron que mi hijo no era el niño vago que no quería aprender, era un niño con muchas cositas que tenían solución y que trabajando demostraríamos el potencial que tenía.